miércoles, 25 de marzo de 2009

La tiranía de los vegetales


Muera el té, viva el café.
La corona británica había decretado que sus colonias debían pagar un impuesto impagable. En 1.773 los furiosos colonos del norte de América arrojaron cuarenta toneladas de té, venidos de Londres, al fondo del puerto.
El café se convirtió en un emblema patrio, aunque de producto patrio no tenia nada: había sido descubierto en una montaña de Etiopía donde las cabras habían comido unos frutos rojos que las pusieron a bailar toda la noche, y al cabo de un viaje de siglos, había llegado a las islas del Mar Caribe.
En 1.776 las cafeterías de Boston se convirtieron en centros de conspiración para la corona británica y después, ya ganada al independencia, el presidente Washington atendía en una cafetería que vendía esclavos y café cultivado por esclavos en las islas de Caribe.
De Espejos. Una historia casi universal. EDUARDO GALEANO.

4 comentarios:

  1. Es curioso cómo ciertos productos como el café o el azúcar en América Latina, se convirtieron en símbolos de libertad o de esclavitud.

    Saludos a todos los Ches.

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  2. Si, no puedo evitar hacer una burda analogía con las preferencias actuales con respecto a ciertos cereales, a ciertos intereses o desintereses...Un abrazo.

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  3. por mi...que desaparezca el café y se quede el té xD

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  4. ajjaa, a mi tambien me gusta mas el té, y toda la ceremonia que ocntiene...Gracias por venir, acuarius

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